Novedades sobre periféricos y accesorios en la era digital

Última actualización: diciembre 27, 2025
Autor: Pixelado
  • Los periféricos clásicos (ratones, teclados, monitores y audio) han mejorado en precisión, ergonomía, calidad de imagen y sonido, a la vez que han bajado de precio.
  • Han surgido nuevos dispositivos como cascos de realidad virtual, sistemas biométricos y accesorios ergonómicos que amplían el concepto tradicional de periférico.
  • La impresión 3D se ha consolidado como un ecosistema propio de hardware, con aplicaciones en medicina, construcción, arte y proyectos sociales de gran impacto.
  • Las ofertas online y la digitalización del comercio local han impulsado un mercado muy competitivo, con abundancia de opciones asequibles y especializadas.

Novedades sobre periféricos y accesorios

Si te pasas muchas horas frente al ordenador, ya habrás notado que los periféricos y accesorios marcan la diferencia entre una experiencia cómoda y un auténtico suplicio. En los últimos años, y especialmente en los meses recientes, el salto tecnológico ha sido enorme: mejores pantallas, ratones más precisos, teclados que parecen sacados de ciencia ficción y equipos de sonido que nada tienen que ver con aquel pitido básico de los PCs antiguos.

Además, los precios han cambiado mucho: hoy es posible encontrar monitores gaming de altas prestaciones a menos de 100 euros, opciones de sonido multicanal muy decentes por un coste razonable y dispositivos pensados específicamente para evitar molestias físicas como dolores de muñeca, hombros o espalda. A eso se suma la biometría, la realidad virtual y la impresión 3D, que amplían el concepto clásico de “periférico” mucho más allá del típico combo de ratón y teclado.

Cómo han evolucionado los periféricos tradicionales

La historia reciente de la informática está ligada a una transformación radical de ratones, teclados, monitores y altavoces. Lo que antes eran simples herramientas para interactuar con el sistema, hoy se ha convertido en un ecosistema de dispositivos especializados, conectados y adaptados a cada tipo de usuario, desde el más casual hasta el gamer o el profesional creativo.

En la actualidad, el mundo de los periféricos “de toda la vida” se puede dividir en cuatro grandes bloques: ratones, teclados, pantallas y sistemas de audio. Todos ellos han evolucionado no solo en prestaciones puras, sino también en ergonomía, diseño y conectividad, simplificando la forma de enchufarlos al ordenador y reduciendo la necesidad de cables poco estándar.

Hace no tanto tiempo, era habitual tener conectores específicos para cada dispositivo: puertos PS/2 para teclado y ratón, conexiones propietarias en algunas impresoras o puertos serie que hoy suenan a prehistoria. Hoy en día, el panorama ha cambiado por completo: ratones, teclados, monitores, auriculares y un sinfín de accesorios pueden usar el mismo tipo de interfaz, destacando especialmente USB y USB-C como estándar dominante, acompañados por Bluetooth y otros sistemas inalámbricos.

Esta unificación de puertos ha permitido que, con un solo tipo de conector, podamos alimentar, transferir datos y, en muchos casos, incluso enviar vídeo y audio. Para el usuario, eso se traduce en instalaciones más limpias, menos quebraderos de cabeza y una experiencia mucho más plug and play, tanto en ordenadores de sobremesa como en portátiles, tablets o incluso móviles.

La convergencia también ha ayudado a que surjan estaciones de acoplamiento, hubs y adaptadores que, con un solo cable a un ordenador portátil, permiten conectar teclado, ratón, monitor, red por cable y otros accesorios, convirtiendo dispositivos ligeros en auténticas estaciones de trabajo.

Periféricos y accesorios tecnológicos

Monitores: más hercios, mejor color y precios a la baja

Uno de los cambios más llamativos de los últimos tiempos es la bajada de precio de los monitores, especialmente los orientados a gaming. En lo que llevamos de 2025, adquirir una pantalla con altas tasas de refresco ya no implica necesariamente gastarse más de 150 o 200 euros como ocurría hace unos años.

En la franja económica encontramos modelos que, por menos de 100 euros, ofrecen características que antes eran impensables en ese rango. Ejemplo de ello son pantallas tipo 24 pulgadas, resolución Full HD y tasas de refresco de 165 o 180 Hz, como el caso del conocido Samsung Odyssey G3 y otros modelos similares de diferentes marcas.

La evolución no se limita a la velocidad de actualización. Hemos pasado de monitores monocromo de baja resolución a paneles que ofrecen densidades de píxeles tan altas que es prácticamente imposible distinguirlos a simple vista. En este contexto, las resoluciones 1080p siguen siendo estándar, pero se han popularizado también los 1440p, 4K e incluso ultrapanorámicos, orientados tanto a juego como a productividad.

Otro salto cualitativo fundamental es la mejora en la representación del color. Tecnologías como HDR (High Dynamic Range) y profundidades de color superiores permiten mostrar una gama cromática mucho más amplia. Esto se traduce en negros más profundos, brillos más realistas y, en general, una imagen con mayor impacto visual, algo que se agradece tanto al ver películas como al jugar o editar contenido audiovisual.

Por el lado gaming, la combinación de altas tasas de refresco, bajo tiempo de respuesta y compatibilidad con tecnologías de sincronización adaptativa (como FreeSync o G-Sync compatibles) hace que la fluidez sea notable, reduciendo el tearing y mejorando la experiencia en shooters, MOBAs o títulos competitivos donde cada milisegundo cuenta.

Accesorios y periféricos modernos

Ratones: precisión, ergonomía y diseños específicos

El ratón es uno de esos periféricos que, a pesar de haber cambiado mucho por dentro, mantiene un concepto básico idéntico al de sus primeras versiones: mover un cursor por la pantalla de forma intuitiva. Sin embargo, el salto tecnológico ha sido enorme, especialmente con la llegada y madurez de los sensores ópticos.

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De las antiguas bolas mecánicas hemos pasado a sistemas ópticos y láser que ofrecen resoluciones muy altas (medidas en DPI o CPI) y una precisión más que suficiente incluso para los jugadores competitivos más exigentes. Esta mejora permite movimientos muy finos, seguimiento estable en casi cualquier superficie y menor necesidad de mantenimiento.

En paralelo a la precisión, el diseño físico se ha vuelto más sofisticado. Muchos modelos actuales se centran en la ergonomía para reducir la fatiga en muñecas, manos y brazos, introduciendo curvas más naturales, reposadedos, texturas específicas según la zona de agarre y versiones adaptadas a todo tipo de tamaños de mano.

Dentro de esta tendencia destacan los ratones verticales, que se han popularizado entre quienes pasan muchas horas delante del ordenador. Gracias a su ángulo de inclinación pensado para mantener la muñeca en una postura más neutral, contribuyen a prevenir molestias relacionadas con el uso intensivo del ratón, como el síndrome del túnel carpiano o dolores en el antebrazo.

Otra línea de evolución importante es el aumento de botones adicionales y funciones programables. Muchos ratones actuales integran botones laterales, ruedas con inclinación, conmutadores para cambiar el DPI en tiempo real y, en modelos más avanzados, perfiles almacenados en la memoria interna con configuraciones diferentes para juegos, trabajo de oficina o edición.

Algunos firmwares incorporan características curiosas, como la capacidad de “forzar” el trazado de líneas rectas en un solo eje cuando el sistema detecta que el usuario está intentando dibujar o desplazar el cursor de forma perfectamente horizontal o vertical. Esta clase de ayudas resultan útiles en tareas de diseño, retoque o dibujo técnico.

También se han extendido modelos simétricos o ambidiestros orientados a personas zurdas o a quienes prefieren un diseño que funcione igual de bien en ambas manos. En ciertos ratones, incluso se permite cambiar la ubicación o el comportamiento de los botones para adaptarlos al uso con la mano izquierda.

Teclados: de simples matrices de teclas a herramientas avanzadas

El teclado ha recorrido un camino similar, pasando de ser un mero dispositivo para introducir texto a una pieza clave de productividad, juego y confort. Los primeros modelos se limitaban a emular las máquinas de escribir y a permitir escribir comandos en una consola, sin opciones extra ni personalización.

Con el tiempo llegaron los teclados con teclas multimedia y de función adicional, ideales para controlar la reproducción de música, ajustar el volumen, abrir el navegador o gestionar atajos con un solo toque. En paralelo, el sector gaming empezó a demandar teclas programables, macros y retroiluminación configurable para destacar zonas concretas.

Uno de los grandes hitos recientes ha sido el auge de los teclados mecánicos. Frente a los de membrana, estos modelos ofrecen una sensación de pulsación más clara y definida, una mayor durabilidad y la posibilidad de elegir entre distintos tipos de interruptores (lineales, táctiles, sonoros, etc.) según las preferencias de cada persona.

Más recientemente, se han extendido los teclados analógicos, que registran no solo si una tecla se pulsa o no, sino también el grado de presión o recorrido. Esto permite usos muy creativos, especialmente en videojuegos, donde una tecla puede comportarse de forma similar a un gatillo analógico, o en aplicaciones especializadas que aprovechan ese nivel extra de control fino.

Lo interesante es que, hace no tanto, este tipo de teclado se consideraba un lujo reservado a unos pocos, mientras que ahora los precios han bajado hasta hacerse bastante más accesibles. Es frecuente encontrar modelos mecánicos y analógicos a precios competitivos, lo que anima a más usuarios a dar el salto desde los teclados básicos que suelen venir incluidos con algunos equipos de sobremesa.

El diseño también se ha diversificado: encontramos teclados completos, TKL (sin bloque numérico), 60 % o incluso formatos aún más compactos, pensados para liberar espacio en el escritorio y mejorar la postura al usar el ratón. A ello se suma la proliferación de opciones ergonómicas y partidas en dos mitades, que buscan alinear brazos y hombros de una manera más natural.

Audio y sonido: de un simple pitido al multicanal inmersivo

Si miramos atrás, cuesta creer que durante años el sonido del ordenador se limitase a un beep monofónico procedente del altavoz interno de la caja. Con la llegada de las primeras tarjetas de sonido y altavoces externos, la reproducción de audio dio un salto, y desde entonces la calidad no ha dejado de mejorar.

La posibilidad de reproducir audio grabado con fidelidad creciente abrió la puerta a la música digital, los videojuegos con bandas sonoras trabajadas y el cine en casa desde el ordenador. Hoy, lo que antes era un extra se ha convertido en un componente fundamental, tanto en sobremesas como en portátiles.

El aumento del consumo de contenidos multimedia y plataformas de streaming ha hecho que el estándar mínimo se haya elevado. Ya no es raro encontrar equipos 2.1, 5.1 o 7.1 a precios competentes, lo que permite disfrutar de sonido envolvente en casa sin necesidad de una gran inversión. Muchos usuarios optan por kits 2.1 de calidad, que ofrecen un buen equilibrio entre espacio, potencia y claridad.

En paralelo, los cascos y auriculares han tomado un protagonismo enorme, sobre todo por el auge del juego online y las videollamadas. Se buscan modelos cómodos para largas sesiones, con micrófonos claros, cancelación de ruido y, en algunos casos, sonido espacial simulado para mejorar la inmersión tanto en cine como en juegos.

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Los sistemas de audio actuales se benefician de tecnologías de procesamiento digital que permiten ajustes de ecualización, efectos de surround virtual y perfiles de sonido específicos para cine, música o gaming. Estas opciones permiten que, incluso con equipos relativamente modestos, se logre un resultado más que digno para la mayoría de usuarios.

Nuevos periféricos: realidad virtual, aumentada y mixta

Más allá de los clásicos, el ecosistema de periféricos se ha ampliado con la llegada de dispositivos de realidad virtual, aumentada o mixta, que van mucho más allá del simple monitor. Estos cascos, al colocarse sobre la cabeza, nos sumergen en entornos completamente distintos a nuestro entorno físico.

La clave está en que integran una pantalla para cada ojo y un sistema de lentes específicas, de forma que la imagen se adapta a la distancia y al campo de visión para engañar al cerebro y hacernos sentir dentro del mundo virtual. Todo esto se combina con sensores de movimiento, cámaras y giroscopios que miden nuestra orientación y desplazamiento.

Gracias a sus sistemas de tracking, estos cascos pueden detectar con precisión la posición de nuestra cabeza y de nuestras manos, ya sea mediante controladores específicos o a través de seguimiento de manos. Ese seguimiento se traduce dentro del juego o la aplicación, de modo que nuestras acciones en el mundo real se corresponden con movimientos dentro del entorno virtual.

La sensación de inmersión que proporcionan estos dispositivos ha abierto la puerta a nuevas formas de disfrutar de contenido multimedia, juegos y experiencias interactivas. Desde simuladores de conducción o vuelo hasta herramientas educativas o de diseño en 3D, la realidad virtual está pasando de ser una curiosidad a convertirse en un periférico cada vez más común.

En la vertiente de realidad aumentada y mixta, la propuesta combina el mundo real con elementos virtuales superpuestos, lo que permite usar estos periféricos en entornos profesionales, industriales o educativos. Se pueden visualizar instrucciones de montaje sobre las propias piezas, proyectar modelos 3D a escala real o colaborar a distancia viendo lo mismo que otra persona en tiempo real.

Biometría como periférico de seguridad

Otro tipo de periférico que ha ido ganando presencia es el dedicado a la autenticación biométrica. Leitores de huellas dactilares, escáneres de iris o de retina y hasta sistemas de reconocimiento facial se han integrado en ordenadores portátiles, teclados, ratones o dispositivos externos USB.

La gran ventaja de estos métodos es que se consideran algunas de las formas más robustas de verificar la identidad de una persona. En lugar de depender de contraseñas que se pueden olvidar, repetir o filtrar, se basan en características físicas únicas que, en principio, solo pertenecen al usuario legítimo.

Sin embargo, como ocurre con cualquier tecnología de seguridad, no son infalibles. Existen posibles vulnerabilidades y vectores de ataque que exigen mantener el hardware y el software de seguridad actualizados, aplicar parches de fabricantes y combinar la biometría con otros factores (como PINs o claves) para aumentar la protección.

En entornos profesionales o de alta sensibilidad, los lectores biométricos se utilizan junto con tarjetas inteligentes o tokens físicos, configurando esquemas de doble o múltiple factor de autenticación. De esta forma, el periférico biométrico se convierte en una pieza más dentro de una estrategia de seguridad más amplia.

Periféricos para ergonomía y salud postural

La preocupación por la salud al trabajar con ordenadores ha propiciado la aparición de periféricos específicamente diseñados para cuidar la postura. No se trata solo de sillas o mesas, sino también de soportes, ratones, teclados y accesorios que minimizan la tensión acumulada.

Entre ellos destacan los soportes especiales para manos y muñecas creados para reducir el riesgo de lesiones como el síndrome del túnel carpiano. Una mala posición al teclear o usar el ratón, mantenida durante horas, puede terminar en molestias en muñecas, codos, hombros o incluso en la zona cervical.

En este contexto han surgido soluciones de startups y empresas emergentes que han desarrollado apoyos específicos, reposamuñecas y bases ergonómicas que obligan a mantener posturas más naturales. Algunos diseños han sido ideados por equipos multidisciplinares donde participan ingenieros, fisioterapeutas y expertos en ergonomía.

Los ratones verticales y los teclados divididos en dos bloques también forman parte de este enfoque, ya que buscan alinear mejor la posición de brazos y hombros, evitando la torsión forzada que suele darse con equipos tradicionales mal colocados en la mesa.

En paralelo, los fabricantes de mesas y soportes para monitores han introducido referencias que incluyen baldas inferiores y sistemas de organización para tener a mano todo el material de oficina, con el objetivo de mantener el escritorio ordenado y favorecer una postura adecuada al trabajar.

Accesorios para móviles, ordenadores y dispositivos híbridos

La frontera entre ordenador, tablet y móvil se ha ido difuminando, y eso se refleja en una gran cantidad de accesorios pensados para conectar estos dispositivos entre sí o para convertirlos en herramientas de trabajo más completas.

Un ejemplo claro son los teclados para tablets, que permiten transformar estos dispositivos en auténticos portátiles ligeros cuando se acoplan mediante fundas con teclado o conexiones Bluetooth. Estas soluciones resultan especialmente atractivas para escribir correos, tomar apuntes, redactar documentos o trabajar de forma móvil sin tener que cargar con un portátil tradicional.

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Otro grupo de accesorios importantes son los adaptadores y dongles USB que añaden conectividad Bluetooth a ordenadores de sobremesa o portátiles más antiguos. Gracias a ellos, es posible emparejar ratones, teclados, auriculares, mandos de juego y otros gadgets sin necesidad de abrir el equipo ni instalar tarjetas internas.

En este campo, hay dispositivos que permiten conectar varios periféricos a la vez, gestionando diferentes perfiles y reconexiones automáticas, lo que facilita usar el mismo conjunto de accesorios en distintos aparatos, por ejemplo, un teclado que alterna entre un PC, una tablet y un móvil con solo pulsar un botón.

También se ha abierto un pequeño ecosistema de accesorios económicos para móviles y ordenadores, como soportes plegables, hubs USB-C, pequeños trípodes para videollamadas, luces auxiliares y otros complementos que mejoran el día a día digital con una inversión reducida.

Ofertas, superventas y mercado en movimiento

El sector de periféricos y accesorios está estrechamente ligado a las campañas de ofertas y descuentos online. Eventos como las grandes fiestas de rebajas, temporadas promocionales en plataformas de comercio electrónico y campañas específicas de fabricantes hacen que el mercado sea muy dinámico.

Es frecuente que, tras grandes jornadas de rebajas, muchos productos sigan manteniendo precios muy ajustados o descuentos interesantes, especialmente en categorías como monitores, auriculares, ratones ergonómicos o teclados para jugadores, lo que abre la puerta a equiparse sin disparar el presupuesto.

Las tiendas especializadas y cadenas de electrónica suelen destacar sus superventas más rebajados, centrados en modelos con buena relación calidad-precio y en marcas de confianza. En paralelo, surgen selecciones de productos económicos que, por menos de una cantidad concreta, agrupan ratones, teclados, hubs, soportes y otros accesorios imprescindibles.

El comercio local tampoco se ha quedado atrás: muchos negocios físicos están potenciando su presencia online para revitalizar un sector afectado por la falta de relevo generacional. Esta transición hacia el comercio electrónico les permite competir en visibilidad y ofrecer recogida en tienda, asesoramiento cercano y servicio posventa más personalizado.

Los comparadores y artículos de análisis sobre ratones ergonómicos, teclados cómodos o monitores para gaming ayudan a los usuarios a escoger el periférico que mejor encaja con sus necesidades, comparando modelos, precios y valoraciones de otros compradores.

Impresión 3D como nuevo ecosistema de periféricos

Aunque no siempre se la mete en el mismo saco, la impresión 3D se ha consolidado como un mundo propio dentro de los periféricos avanzados. Las impresoras 3D actúan como dispositivos capaces de materializar en objetos físicos lo que antes solo existía como archivo digital.

Hoy en día se usan para fabricar desde pequeñas piezas personalizadas y adornos hasta esculturas de escala considerable, con niveles de detalle tan altos que se pueden conseguir estructuras más finas que un cabello humano. Esto ha dado pie a aplicaciones en arte, diseño industrial, arquitectura, medicina y educación.

Se han creado comunidades y grupos de trabajo, como colectivos que imprimen prótesis y ayudas técnicas para personas que las necesitan, demostrando el potencial social de esta tecnología. En algunos casos, se han establecido bases de operaciones en otros países para facilitar la fabricación y entrega de estas soluciones de forma local.

Los laboratorios de cultura digital y espacios maker han visto cómo surgen equipos que imprimen desde columnas vertebrales de demostración hasta bustos de figuras históricas, usando la impresión 3D para proyectos educativos, de investigación o artísticos.

En el ámbito médico, investigadores de universidades de diferentes países trabajan en fórmulas específicas de materiales para impresoras 3D que abren la puerta al diagnóstico y tratamiento de ciertos tipos de tumores e incluso a la implantación de órganos personalizados en un futuro no muy lejano.

La construcción también se ha visto impactada: en algo más de una década, la técnica de levantar estructuras mediante impresoras 3D de gran formato ha pasado de ser una curiosidad a una alternativa viable, rápida y relativamente económica. Aunque no está exenta de retos y críticas, se explora tanto para viviendas asequibles como para proyectos de alto nivel.

Por supuesto, la expansión de la impresión 3D trae consigo desafíos legales. Surgen dudas sobre propiedad intelectual, responsabilidad por daños y regulación, ya que los archivos y modelos pueden circular con facilidad, y no siempre está claro quién es responsable cuando algo falla o se infringe una patente.

Aun con todos estos matices, la impresión 3D se ha consolidado como uno de los periféricos más versátiles y transformadores del panorama actual, con aplicaciones que van desde el ocio doméstico hasta la alta investigación científica.

Todo este conjunto de avances en monitores, ratones, teclados, audio, realidad virtual, biometría, ergonomía, accesorios móviles y sobre todo impresión 3D muestra que los periféricos y accesorios han dejado de ser simples complementos para convertirse en protagonistas de la experiencia tecnológica. Con precios cada vez más competitivos, una oferta enorme y posibilidades que van desde mejorar el confort diario hasta participar en proyectos médicos o sociales punteros, elegir bien estos dispositivos se ha vuelto tan importante como escoger el propio ordenador.

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